Su Casa Trabajador Católico es una casa de hospitalidad y una comunidad intencional con raíces en la tradición del Trabajador Católico localizada en el Barrio de las Empacadoras, Chicago, IL. Trabajamos para establecer una comunidad y una sociedad basada en la simplicidad, libre de violencia, y con una abundancia de amor.
Historia
Brother Denis Murphy, FSC, preguntó a su hermana y algunos amigos si tendrían interés en fundar una Casa Trabajador Católico por refugiadxs centroamericanxs. Después de una respuesta afirmativa y varios días de conversación sobre como proceder, contactaron al Arquidiócesis de Chicago para una lista de los parroquias que cerrarían durante el año 1990. La parroquia San Augustín fue la primera en esta lista.
Durante el verano de 1990, los franciscanos nos ofrecieron su Convento San Augustín cuando la parroquia San Augustín cerró durante el verano. Planeamos con el “Ferrocarril Sobreterranio” (Overground Railroad) establecido por la Iglesia Reba en Evanston, para aceptar nuestra primera familia refugiada en octubre. Hasta que pudieran encontrar otras acomodaciones, los cinco franciscanos vivieron con nosotros hasta diciembre.
Pat Asche, Sister Pat Murphy, RSM y Brother Denis, FSC se mudaron a Su Casa en principios de octubre. Sister JoAnn Persh, RSM se mudó después de la navidad. Esta fue nuestra primera comunidad de trabajadores.
Felipe Chuluc, un guatemalteco indígena y viudo, con sus tres hijxs Dorcus, Heidi, y Marcos, fueron la primera familia dada la bienvenida por Su Casa mientras que aplicaron para el asilo en Canada. En los siguientes siete años aproximadamente 160 mujeres, hombres y niños recibieron residencia temporaria en Su Casa mientras que superaron a sus traumas basadas en experiencias de guerra, tortura, y persecución en sus países nativos en Centroamérica.
A partir de 1996, Su Casa Trabajador Católico experimentó un crecimiento en sus servicios para incluir mujeres solteras que habían sobrevivida la violencia domestica mientras que el flujo de refugiados a Chicago disminuyó. Un parte de este crecimiento incluyó un compromiso por parte de Su Casa en residencias de un año para familias reconstruyendo sus vidas después de estar sin techo. Su Casa Trabajador Católico sigue proveiendo vivienda en comunidad para desde tres a seis familias. Conviven en comunidad con voluntarixs residenciales en una comunidad con énfasis en los valores de la tradición Trabajador Católico.
Voluntarixs que no viven en la casa también participan en el trabajo de Su Casa para contribuir a las vidas de las familias y lxs voluntarixs residenciales. Trabajo con muchas organizaciones socias también ha mejorado las residencias de las familias que servimos, y Su Casa sigue un participante activa en el Barrio de las Empacadoras y comparte su misión y su compromiso a la justicia social en colaboración con el movimiento más grande del Trabajador Católico.
Filosofía del Trabajador Católico
Dorothy Day y Peter Maurin organizaron el movimiento del Trabajador Católico en los años 1930s. Aplicaron las enseñanzas sociales de la Iglesia Católica a los problemas sociales de su tiempo. Peter y Dorothy eligieron vivir con simplicidad entre lxs pobres y ofrecerles la hospitalidad. Reconoció la necesidad de vivir de manear pacífico entre una etapa de violencia y guerra. Siguiendo su ejemplo, estamos compromotidxs a vivir y trabajar entre lxs pobres y crear una comunidad piodosa que vive un estilo de vida sencillo y pacífico. Visita al sitio web del Movimiento Trabajador Católico para más información.
Pilares de la Comunidad
Los siguientes cinco pilares son guiados por la tradición del Trabajador Catolico, y nuestra misión de cuidarnos entre nosotrxs por crear una comunidad de hospitalidad y curación para familias en crísis:
A. Creando Comunidad: La expectativa es que todxs lxs miembrxs de la comunidad estarán presentes en las cenas comunitarias (actualmente domingo, lunes, y miércoles), y que todxs lxs adultxs asistirán a una reunión comunitaria (actualmente domingo por la noche). Trabajadores también asistan a las reuniones establecidas de trabajadores. Se debe comunicar cualquiera ausencia a la comunidad con anticipación. Residentes participan en salidas de la comunidad cuando puedan y quieran.
B. Pacifismo: Lxs miembrxs de nuestra comunidad se comprometen a respetarse entre sí por no usar violencia contra nadie - físicamente (golpear, empujar, etc.) verbalmente (gritar, amenazar, etc.) y emocionalmente (criticar, insultar, chismear, etc.). Videojuegos, películas, y otra material calificada como violente no son permitidos en los espacios comunes. Todxs lxs miembrxs de la comunidad serán familiares con las expectativas de resolución de conflicto, y tomarán pasos para resolver conflictos de manera pacífica.
C. Respeto mutuo: La expectativa es que todxs lxs miembrxs de la comunidad se respetan a la privacidad y confidencialidad de todxs que están en la casa, respetan la prioridad de Su Casa y de sus compañerxs de la comunidad, y tener sensatividad para niveles de ruido durante las mañanas y las noches. Todxs se comprometen a contribuir activamente a la limpieza de la casa y mantener los espacios comunes (cocina, sala de juguetes, baños, duchas, etc.) después de usarlos.
D. Seguridad: Miembrxs de la comunidad no consumarán ni poseerán ninguna droga, alcohol, ni sustancias dañosas en Su Casa, y no está permidido fumar en la casa. Guardianxs deben de estar con sus niñxs mientras estar en la casa, a menos que un trabajador o voluntarix ofrece cuidar a lxs niñxs y su guardianx cosenta. Todxs lxs residentes tienen que seguir las normas establecidas de entrada y salida de la casa. Húespedes pueden visitar en los espacios comunes.
E. Crecimiento y metas personales: La expectativa es que miembrxs de la comunidad tomarán oportunidades de aprender, sanar, y tomar pasos hacia metas personales y comunitarias establecidas. Familias se reúnen cada semana con el trabajador social y trabajadores asistan a reuniones mensuales de formación.
La Casa
Monjes franciscanos antes tenían hogar en nuestro edificio, pero cuando su Iglesia San Augustín se cerró, la propiedad fue generosamente ofrecida a lxs fundadores de Su Casa. Desde entonces, en la tradición del Trabajador Católico, trabajadores y huéspedes han vivido, comido, dado luz, limpiado, y reído entre estos muros. Aunque la misión de Su Casa comenzó como un albergue para refugiados de los genocidios y guerras civiles de Centroamérica, ahora servimos a familias de Chicago que experimentan la inseguridad de vivienda y familias de Centroamerica buscando el asilo, muchas de ellas mujeres y familias escapando la violencia doméstica. Nuestra casa físicamente acomoda hasta seis familias a la vez.